viernes, 4 de noviembre de 2016

ARTE DE COPLA



                                         El retirarse no es huir ni el esperar es cordura...

                                                           Miguel de Cervantes



                                       Mi amor ni está ocioso ni se enfría; siempre abrasa, y no permite que esfuerce naturaleza un instante su flaqueza, porque jamás se remite.

                                                         Lope de Vega (El caballero de Olmedo)

                     
                                                                                 Cuando yo me haya marchado
                                                                                 búscame en el viento amigo,
                                                                                 en el rumor de un arroyo
                                                                                 o en la sonrisa de un niño.

                                                                                             Mayusta



                               Ya dijo Heidegger que la esencia del arte es la poesia, y la mejor de las poesías tiñe de principio a fin la película-documental, -que ya se proyecta en muchas pantallas españolas-, del oscense Carlos Saura, "Jota, de Saura", que desprende un cierto olor a cariño y una delicada pasión por los recuerdos más profundos de su alma, la del sabio que sabe mirar hacia la simple esencia de las propias raíces -imagen, sonido, emoción- desde el poso que le otorga la lectura del paso del tiempo. Saura ha conseguido crear tal mundo de ensoñación -melancólica y alegre a la vez- que además de ayudar a reconocernos a nosotros mismos, abre puertas a un universo infinito anticipando un futuro de dimensiones eternas como sólo puede provocar "un arte mayor", que, desde lo más básico se descubra y se viva de forma contemporánea y natural. El resultado es un documento histórico para la posteridad y la memoria, que igualmente sirva de consulta para los amantes de la música de cualquier rincón del mundo, porque los misterios y juegos poéticos del sentimiento han sido cantados y bailados sin límites de espacio y tiempo. Juan Ramón Jiménez señalaba:

                                  Yo, que no soy de Aragón, llevo hace tiempo en mi
                                  alma un aire melancólico de jota.






                      La jota cantada presenta básicamente como forma poética una copla (cuarteta asonantada en pares y libre en impares), una "canta", para Gregorio García-Arista y Rivera, además de "cantar" o "cantica", como también se le denomina en Aragón, exceptuando estribillos y alguna copla de cinco o seis versos, o aconsonantadas (los cantadores hablan de "tonada", una letra adaptada a un estilo que se canta pero no se baila, como aclara el gran bailador Miguel Ángel Berna). Tanto el pueblo como los escritores cultos la han utilizado siempre para crear jotas, así el gran poeta contemporáneo Miguel Ángel Yusta, Mayusta, que, como otros autores de renombre actuales han entendido que no había que pedir perdón a los modernos que todavía no se han quitado los prejuicios de encima, aplicándose en versificar, a veces con el mayor intimismo y otras, con gracia y alborozo, las más diversas sensaciones que puede experimentar el ser humano... Así ha podido revalorizarse, rejuvenecerse y renovarse la copla, sin que ello haya supuesto dejar de seguir disfrutando de las mejores jotas históricas conocidas. De lo que se ha tratado es de seguir aportando sensibilidad lírica, estilo y sentido a una estrofa de tanta tradición contribuyendo a que la jota se mantenga viva y joven siempre, lo que afortunadamente estamos viendo a través de la nueva cantera de bailadores, cantadores y músicos apasionados por un arte diferente que prestigia a la comunidad que representa, poniéndolo en valor como se merece, al tiempo que lo da a conocer a todo tipo de públicos, incluido el que  ha criticado de forma tan negativa lo que no se conocía bien. Como es de suponer, la temática, puesto que una copla concentra fragmentos de vida, es variadísima y hoy actualizada: amor, paisajes, oficios, protesta, la propia tierra, humor, deseos, inquietudes o problemas del presente..., sin olvidar las de baile, "picadillo" o picarescas. Mayusta brilla especialmente en las letras de coplas amorosas. Recojo de su Cancionero reciente unas cuantas y deseo que lo piensen -y lo sientan- de la misma forma:


                                   Tienes el mar en los labios
                                   y en los ojos las estrellas;
                                  deja que me asome a tu alma
                                  a inundarme de belleza.

                                  Muchas veces imagino
                                  que eres nube y yo soy viento,
                                  que juego dentro de ti
                                  cuando en el cielo te encuentro.

                                  En una isla contigo
                                  me quedaba a vivir yo
                                  si el mar fuera amor intenso
                                  y la isla... tu corazón.

                                 Quisiera ser navegante 
                                 en los mares de tu alma,
                                 y en ese cristal tan puro
                                 perderme por siempre, maña.


                
                       Mayusta aclara que aunque la jota abarca muchas regiones españolas, la aragonesa representa el paradigma y máximo exponente en cuanto a fuerza expresiva y belleza en cante y baile, de toda la diversidad del rico folclore que existe. Habría que explicar que la copla se transforma en jota cuando esta se inicia cantando el segundo verso, sigue el primero, se repite el segundo, continúan el tercero y cuarto para acabar el canto volviendo nuevamente al primero, es decir, una jota cantada tiene siete versos. La creación de una copla para jota ha de tener muy presente esta estructura para determinar una coherencia de sentido cuando se interpreta, de tal manera que se alcance la mayor expresividad en esa disposición, por otra parte, breve. El poeta insiste en que algunas coplas hacen aflorar la emoción en quien la escucha con tanta intensidad "que desdicen la típica creencia de que sólo los aires del sur pueden sugerir cosas bonitas al oído y en la intimidad", lo mismo que ocurre siguiendo a una rondalla nocturna, inigualable espectáculo vibrante y conmovedor, donde se puede encontrar la jota "pura, genuina, desnuda de parafernalia, callejera, sobria, verdadera, con el único decorado de la noche y las estrellas"...






                        Por otra parte, la literatura popular ya nos ofrecía en abundancia ejemplos de la trayectoria de la copla tradicional para ser cantada en jota. El profesor turolense de la Universidad de Barcelona, José Palomar Ros, realizó una investigación en la provincia de Teruel, clarificando conceptos que convendría repasar. Se planteó que lo realmente auténtico en torno al tema era huir de los tópicos "del baturrismo artificial creado por personajes faltos de criterios correctos sobre el alma aragonesa", basado en cierto dialectalismo falso y rasgos arbitrarios y degradantes del carácter aragonés, de tal forma que había llegado a identificarse lo aragonés con la jota y esta exclusivamente con sentimientos relacionados con la fe, la patria y la Virgen del Pilar, idea trasnochada y superada desde hace tiempo: ni el aragonés es más o menos religioso o patriota que el resto de los pueblos de España ni en algunas coplas el tratamiento de lo religioso es tan respetuoso como pueda parecer. Lo mismo ocurre con el humor y la comicidad basados en el tipo deformado del baturro como tonto rústico y mal hablado, que a veces se considera como una gracia privativa de los aragoneses, que es burlona, noble y franca y nunca llega a ofender. Demetrio Galán Bergua rechazó en su momento el léxico soez de algunas coplas picarescas que consideraba inadmisibles así como conceptos representados completamente reprobables, atribuidos pero nada comunes a Aragón, aunque otra cosa era defender el sano humorismo y la sátira aguda. En realidad, lo que ha habido es una visión superficial y simplista que reduce todo el folclore aragonés a la jota, relegando otras manifestaciones de la tradición casi olvidadas que lo han enriquecido a lo largo de la historia, teniendo o no como base la copla y esta para ser o no cantada como jota. Pero es cierto que la vitalidad de la jota se impuso sobre muchas formas como los romances, la canción infantil, los gozos, las auroras, oraciones, canciones de San Juan, las leyendas, de boda... y si pervivió, entre otras razones, fue por la posibilidad de conformar un espectáculo de conjunto: canto, música, baile, rondalla, lo que hizo reducir a lo familiar principalmente otras manifestaciones populares.






                      Distintas y sucesivas generaciones fueron inventando y acomodando la copla a un estilo popular según el gusto colectivo por determinadas estructuras, temas y características lingüísticas con origen en la tradición que concebían los cantos sin paternidad conocida, siguiendo fundamentalmente un ritmo binario que ha organizado la materia poética de todo tiempo y lugar en torno a dos componentes "de ida y vuelta" (expresión que se "suelta" y se "recoge"), como ocurre con el paralelismo, el romance, el refrán o la reiteración. La copla, igual que la seguidilla, presenta esta estructura binaria y por eso riman los versos segundo y cuarto, los terminales de dos tiradas: así, la copla popular castellana, y la jota, basada en la misma cadencia binaria. Y de la misma forma, las coplas de origen culto, aunque utilizando en ocasiones procedimientos más complejos ya por escritores conocidos. Algunas coplas muestran concomitancias en tema o tratamiento con las de otras zonas de España, ¿cuál fue el influjo primigenio? Los estudiosos las examinan al detalle pero... ¿Realmente tiene mayor trascendencia que en algún caso sea la jota la que exporta la letra o sea esta la que se adapte a esas influencias, en gran parte de origen andaluz? No parece que pueda resultar tan importante, aparte de la dificultad de señalar en qué lugar surgió inicialmente. A veces, incluso, una misma copla se halla extendida por la mayoría de las regiones españolas (Extremadura, Canarias, Castilla, Galicia, Navarra...). Comparemos dos estrofas similares en las que sólo la métrica puede indicar su procedencia:


                                 A un arroyo claro a beber
                                 vi bajar una paloma.
                                 Por no mojarse la cola
                                 levantó el vuelo y se fue.
                                 !Qué paloma tan señora!

                                 Una paloma fue al río
                                 con intención de beber,
                                 y por no mojarse el pico
                                 se volvió muerta de sed.









                         Veíamos antes algunas coplas de Mayusta de corte amoroso. El tema del amor ha sido siempre el más productivo en orden a la cantidad de composiciones tanto populares como cultas. En las coplas tradicionales sin autor conocido, puede ocurrir que lo poético alcance niveles muy elevados de calidad o, por el contrario, el lenguaje figurado resulte mucho más ordinario:


                                 Dile que ya no le quiero,
                                 dile que ya lo he olvidado;
                                 pero, amiga, no le digas
                                 que te lo he dicho llorando.

                                 En tu jardín amoroso
                                 me ha pillado la tronada,
                                 me he metido entre las flores
                                 y no me he mojado nada.



                         Pero José Palomar Ros ha seguido con sus investigaciones recogiendo material aragonés para continuar su análisis de la literatura tradicional y sus características. Hace unos años, cuando me encontraba impartiendo docencia en el Instituto de Calamocha requirió mi colaboración en la búsqueda de más datos para elaborar su proyecto de tesis doctoral. Los estudiantes procedentes de diferentes localidades del Valle del Jiloca localizaron un importante corpus que hoy podemos tanto leer como escuchar en la web de la Asociación para el Desarrollo Rural Integral de las tierras del Jiloca y Gallocanta, ADRI, en cuyo archivo sonoro aparecen los resultados y conclusiones alcanzadas del trabajo de campo y un amable recuerdo para mi apoyo que, naturalmente, agradezco. Lo que le interesó precisamente fue rescatar todo tipo de muestras folclóricas y restos de la tradición oral de la comarca (anteriormente dedicó otra investigación a la búsqueda de fondos orales en otras poblaciones turolenses y en otras zonas de España), fundamentalmente en sus formas romancísticas, desde las perspectivas lingüística, musical, literaria, social y cultural. En muchos romances se había producido el fenómeno de la superposición de una jota, bien al principio o al final de la composición. Posteriormente, se realiza otro proceso de recolección y recopilación a cargo del grupo musical Lahiez, para un estudio más amplio de melodías en el que se comprobó, claro está, que la jota es el género más extendido y cultivado, con las de ronda como canto más vivo y algunos de origen en el siglo XVIII y propios de esas tierras como los dedicados a las esbrinadoras. La jota aragonesa se mezclaba con cantos valencianos, gallegos o manchegos, debido al fenómeno de la emigración.





                                                                                José Palomar Ros


                         En las formas de la tradición popular de carácter oral (copla de jota cantada) se observan algunas particularidades lingüísticas debidas a restos del aragonés o al nivel coloquial o vulgar de la lengua predominante en muchos casos. Así, por ejemplo, el profesor Palomar refiere cómo, siguiendo la norma aragonesa, se prefieren las palabras llanas a las esdrújulas ocasionando el hiato correspondiente o se produce su ruptura, a veces por coincidencia con el habla vulgar castellana, así como aperturas vocales o pérdida y metátesis de algunas consonantes. Los prefijos vulgares castellanos se dan también en estas coplas pero es claro el sufijo diminutivo aragonés en -ico/a, reforzado en -cico. El género de ciertas palabras prefiere el femenino al masculino, como en los nombres de árboles (olivera), se altera el orden pronominal, se repiten los vulgarismos en tiempos verbales que pueden aparecer en formas especiales, pero entiendo que es en el plano léxico-semántico donde las peculiaridades se intensifican con palabras de origen germánico, árabe, o gascón-francés, con un vocabulario que adquiere la mayor parte de las ocasiones connotaciones apreciativas de tipo individual dependiendo de la persona que cante la copla, una cuarteta -en octosílabos y, por tanto, clasificada en la métrica "de arte menor"- que, como señala José Luis Melero, se inventó para que con ella pudiera cantarse la jota aragonesa. Tal vez así fuera, es posible soñarlo, pero lo que sí es real es que en su día la escribieron los mejores (Machado, Alberti, García Lorca, Juan Ramón Jiménez...) y hoy continúan haciéndolo los grandes: Joaquín Sánchez Vallés, José Verón, Rosendo Tello, Ángel Guinda, Manuel Vilas..., musicándola los compositores clásicos españoles y extranjeros de distintas épocas (Sarasate, Falla, Tárrega, Luna, White, Liszt, Glinka...), vertiéndola al cine el auténtico, Saura, y con todos ellos, bailándola, entusiastas bailadores acompañados de estupendos instrumentistas y cantadores en un arte mayor que encontramos en el pueblo, en la expresión culta, en una tradición sin claro origen pero que se proyecta al mundo desde Aragón...

         


                 
               (En el concierto de Año Nuevo de enero pasado, la Filarmónica de Viena interpretó por primera vez un vals,"España", con aires de jota, de Emile Waldteufel)







                 








                       
























                         


                                                          

2 comentarios:

  1. Precioso y exhaustivo trabajo. Gracias por tu mención...

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    1. Me alegro de que te haya gustado.Debería de ser más amplio pues tanto tú como los grandes poetas aragoneses o no y el tema, lo merecéis. Será en otro artículo. Te deseo que sigas escribiendo y recopilando coplas de tanta belleza como tú sueles crear y conservamos también. Un abrazo. Charo

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